Ayer, mientras veía C.S.I New York y esperaba la repetición de Desperate Housewives (por cierto, no sé, pero me encanta Lynette Scavo --Felicity Huffman--, se me hace muy bonita) empecé a realizar zapping, y en una de ésas, en el canal de la Televisión Española, Joaquín Sabina. No puede ser. No puede ser.
El programa creo que se llama Cerezas o algo así. Y el Sabina, ése que canta, estaba regordete, cachetón y con papada. Sólo alcancé a ver como un minuto de entrevista y terminó. Pero parece que el flaquete de Jaén está muy bien de salud. Con razón, su último disco fue una porquería, a excepción de 2 o 3 canciones que, parece, tenía guardadas en el baúl desde aquéllas épocas de Esta boca es mía. No sé, me dio nostalgia verlo, tan curado en salud.
Por cierto, tras Sabina, llegó al programa ni más ni menos que nuestra "atleta triunfadora en España", Maribel Domínguez.
No puede ser, pero ya habla como española y conjuga los verbos de pasado en pretérito pluscuamperfecto: "Sí, hemos ganado tres partidos"; "sí, yo he venido de un país machista"; "Sí, que me han dicho insultos muy fuertes".
En una parte de la entrevista, la conductora le pregunta sobre la importancia de las mujeres en el futbol, y Maribel, con su deficiencia escolar, producto de la malísima educación básica de nuestro país --a la que todos estuvimos expuestos-- le contesta que quiere demostrar que las mujeres no son "el sexo débil".
La conductora la mira con ternura y le dice: "Maribel, en Europa, y aquí mismo, en España, desde hace muchos años ya no se piensa así".
¡Tómala, Maribel!, para que empieces a leer un poco más y dejar de hablar con clichés feminazis mexicanos y con acento gachupín.
1 comentario:
Buen post. Me gustaron sus comentarios.
Un saludo,
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