Revelan complejidad del sarcasmo
Científico israelí describe requisitos cerebrales para comprender esta forma de lenguaje
Por Diana Saavedra
Grupo Reforma
¡Claro, como tú digas y ordenes!Entender un sarcasmo depende de una compleja secuencia cognitiva en el cerebro que de no ser realizada correctamente puede generar problemas en el individuo, quien puede sentirse rechazado por su grupo social, explicó el doctor Shamay-Tsoory, autor del estudio Bases neuroanatómicas para comprender el sarcasmo y su relación con la sociedad.
"El sarcasmo es procesado por una compleja red nerviosa ubicada en el hemisferio izquierdo, los lóbulos frontales y parte del hemisferio derecho", explicó el investigador de la Universidad de Haifa en entrevista vía correo electrónico.
El trabajo, publicado en la revista Neuropsychology, de la Asociación Americana de Psicología (APA), explica que para comprender un sarcasmo los oyentes deben estar atentos a las intenciones de voz y el contexto de la frase, lo cual requiere de un complicado proceso mental.
"Un ejemplo de cómo falla este proceso se ve en los pequeños autistas, quienes tienen muchos problemas para interpretar la ironía, una categoría más general de la comunicación social", agregó.
El estudio, realizado en el Centro Médico Rambam en Haifa y la Universidad de Haifa, incluyó a 25 participantes con problemas en el lóbulo prefrontal, 6 pacientes con daños en el lóbulo posterior y 17 personas más consideradas sanas. Todos ellos escucharon diversas historias, entre ellas algunas sarcásticas, que habían sido grabadas por actores.
"Después de cada historia hicimos pruebas de conocimiento para saber si el mensaje había sido comprendido y encontramos que los participantes con el daño prefrontal no fueron capaces de entender el sarcasmo, mientras que los del grupo sano no tuvieron problemas", agregó Shamay-Tsoory.Por otra parte, los pacientes con daño en la parte inferior de la corteza prefrontal del cerebro tuvieron aún más problemas para comprender el mensaje. Esta área, explicó, incluye la corteza encima de las órbitas de los ojos.
"Esto nos lleva a pensar que la corteza prefrontal está relacionada con procesos del uso pragmático del lenguaje, y con el conocimiento de las reglas sociales, por ello quienes estaban afectados en esta zona nunca pudieron comprender dónde estaba el sarcasmo", comentó.
En conclusión, entender un sarcasmo requiere de la capacidad para entender el tono de voz y la habilidad de identificar emociones.
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