Pocos personajes llaman mi atención tanto como los escritores. Mejor dicho: como mis escritores favoritos.
Me gusta asistir a las presentaciones de sus libros o a los actos donde ellos presentan otras obras.
En marzo de 2003, yo hacía prácticas en El Universal, y una tarde de primavera vi que Luis Eduardo Aute presentaría su cortometraje intitulado "Un perro llamado dolor", en el Centro Cultural España que está en la calle de Guatemala, atrás de La Catedral. Liliana no podía asistir porque en ese tiempo trabajaba todo el día, así que fui con Eric.
Proyectaron la obra, que vimos de pie porque los pocos lugares que improvisaron estaban llenos y esperamos al final, ya que teníamos hambre y al parecer darían vino y bocadillos.
Desde que llegamos al lugar, yo me percaté que en las primeras filas estaba Xavier Velasco, quien días antes, no recuerdo bien, incluso pudo haber sido ésa misma semana, acababa de ser nombrado el ganador del Premio Alfaguara de Novela 2003 por la ídem Diablo Guardián.
Por supuesto que aún no era famoso, como lo es ahora, nadie se percató de su existencia, salvo los que lo conocían, entre ellos yo que por azares del destino había leído su primer libro publicado, Luna llena en las Rocas, y porque lo leía en un suplemento que antes aparecía los viernes en Milenio Diario y en otras publicaciones, creo.
No lo saludé, pasó junto a nosotros, con una bella mujer. CNI le hizo un Realidades donde va en un auto por Insurgentes y narra la forma en que escribió la novela y quién se la inspiró, es un programa entrañable, al igual que el libro.
Meses después pude (pudimos, también estaba Liliana -te amo- y Angulo) hablar con él. Fue una charla amena, bebimos vino, no les voy a decir dónde, y me siguió pareciendo un tipo inteligentísimo, ameno, irónico, irreverente. Chale, parece la descripción de cualquiera de mis amigos...
1 comentario:
Una descripción también de sí mismo. NO olvide que su mercé posee todas la características que describió antes.
Un saludo,
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