Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que escribí. Han sucedido muchas cosas, algunas previstas, otras increíbles.
Entre las previstas estaba mi inminente renuncia a Media Solutions (MS), la empresa que me aceptó como su trabajador por más de 6 meses y en la cual me sentía tan ajeno y extraño y aburrido y tonto y muerto como cuando al Marte alguien le dice que no diga groserías o leperadas o guarreces como a las que está acostumbrado y que además son bastante ingeniosas e inteligentes.
Hay veces que voy en el Metro o en un micro o estoy solo en mi casa y me acuerdo de alguna ocurrencia del pendejo del Martín y me echó a reír como un imbécil (¿de qué otra forma podrías reír? Me preguntaría el Marte).
Pues renuncié a MS y lo hice de la mejor forma que se podría hacer, es decir, por otro trabajo.
Entré a REFORMA.
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