lunes, 19 de septiembre de 2005

Cuando Dios convivió con los humanos

Éste es un fragmento de la columna Astillero de La Jornada sobre el Gobernador de Chetumal. Por un momento pensé que era el verdadero mesías hecho hombre:

ASTILLAS: SON TANTOS LOS motivos de escándalo que da la política nacional,
que la mayoría de los bochornos sucedidos en los estados ni siquiera alcanzan a
ser registrados adecuadamente. Un caso notable es el del gobernador priísta de
Quintana Roo, Félix González Canto. Ya en fechas pasadas ganó fama nacional
cuando se organizó una fiesta de cumpleaños con comida y bebida para 10 mil
convidados. La noche del pasado 15, luego del Grito, bajó del balcón de palacio
de gobierno, en Chetumal y (todo lo entrecomillado va por cortesía de la oficina
de prensa de ese gobierno estatal), "con la sencillez que le caracteriza se
abrió paso entre la multitud" para cruzar la Explanada de la Bandera y
encaminarse al estrado donde la Banda Machos alegraba a la concurrencia.
"Saludos, abrazos y besos recibió el gobernador durante su recorrido por espacio
de 20 minutos. (...) Algunas personas que veían al gobernador caminando y
conviviendo entre ellos, expresaron su sorpresa de que la máxima autoridad del
Estado estuviera celebrando con el pueblo el Grito de Independencia. '¡Viva
Félix!, ¡Viva Félix!' se escuchaba entre la multitud mientras González Canto
seguía caminando. (...) Pero, cuando todo parecía terminar, los chetumaleños se
llevaron otra gran sorpresa, ya que el gobernador subió al estrado y, tras
saludar a los integrantes de la Banda Machos, se aventó un breve 'palomazo',
ante la euforia de los ahí presentes"...

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